
EL ORÁCULO DE SIWA
El oasis de Siwa se encuentra a las puertas del gran Mar de arena, en el desierto líbico y podemos decir que era un lugar bastante difícil de alcanzar, incluso hoy en día. Era famoso por su oráculo de Ammon, culto que había sido propagado en Grecia por el poeta Píndaro. Él había sido el primer griego que dedicó una oda al dios y el primero en erigirle una estatua.
Alejandro debió de haber tenido conocimiento de la capilla de Zeus Amon en la ciudad macedónica Aphytis, y no sería extraño asumir que Alejandro salvó la casa de Pindaro debido a su devoción por Amón y al respeto hacia el poeta. Por otra parte, no hay evidencia que Alejandro adoraba a Amon antes de que él visitara Siwa en febrero del 331, aunque los macedonios asumían la equivalencia entre varios dioses egipcios y griegos.
La motivaciones para consultar al Oráculo podían ser varias. Por una parte Alejandro quería seguir los pasos de Perseo y Heracles que se decía que anteriormente habían visitado el lugar y él creía que su destino estaba estrechamente ligado al de los mitos. También pudo ser una maniobra de propaganda de cara a los egipcios para que el Oráculo diera legitimidad a su título de Faraón hijo de Amon.Hay que pensar que por aquel entonces después del oráculo de Delfos, el de Amón era el más popular y las grandes decisiones y consultas se realizaban al Dios.
Arriano nos dice que acudió «con la esperanza de conocerse más profundamente a sí mismo o, por lo menos, decir que se conocía mejor».
Había dos templos en el oasis, construido por el Faraón Amasis (570-526) y el faraón Nectanebo II (360-343). Amasis fue el último rey independiente de Egipto antes de que el rey persa Cambises (hijo de Ciro el Grande) hubiera invadido el país. Su reinado fue recordado como una edad de oro y él todavía seguia vivo en cuentos populares. Nectanebo había sido faraón después de que Egipto perdiera su independencia, pero fue derrotado por el rey persa Artaxerxes III y huyó. La visita de Alejandro a Siwa significaba un ' nuevo Nectanebo ', y la inauguración de una posible segunda edad de oro.
Alejandro visitó el oráculo, hizo sus preguntas y recibió la información. No se sabe qué fue exactamente, pero es cierto que después de la visita, Alejandro comenzó a adorar a Ammon. Él también deseó ser llamado ' hijo de Zeus o ' hijo de Ammon ', por igual. Pero lo cierto es que desde su visita a Heliopolis y a Memphis, él ya era el hijo de Ra, equivalente a decir hijo de Zeus. Los griegos adaptaron a su cultura el nombre de Zeus-Amon. Sería representado en monedas con los dos cuernos del carnero que simbolizan al dios Amón.
La estela del sacerdote-principe Menkheperra, o estela de Maunier es el único testimonio escrito contemporaneo que nos ha quedado de la visita de Alejandro al oráculo de Zeus-Amon.
REGRESO DE SIWA Y VUELTA A ASIA
“”Alejandro regresó a Menfis siguiendo la ruta de los peregrinos, un camino
corriente y más seguro. Al llegar, recibió graciosamente embajadas griegas, hizo un sacrificio en honor de Zeus, celebró un desfile y más concursos para atletas y poetas;a estos últimos no les faltaron temas. Se ocupó de la tarea de gobernar y, como de costumbre, asignó los puestos civiles a los gobernadores nativos, entregó los mandos de las guarniciones a sus propios oficiales, y restableció los ritos y las costumbres suprimidos por los persas.””
Cuando regresó de Siwa y casi inmediatamente después de su llegada a Memphis en abril, él recibió la noticia que los oráculos griegos habían confirmado que Alejandro era el hijo de Zeus. (esto sería una prueba que el macedonio utilizaba ya el título antes de que él fuera a Siwa.).
Fué probablemente durante su segunda estancia en Memphis que Alejandro pidió a su historiador Calistenes, un sobrino de Aristóteles, que fuera a Nubia, probablemente en una misión diplomática. Algunos resultados de su viaje se pueden encontrar en los libros de Aristóteles: el filósofo indica cuales eran las causas de las inundaciones del Nilo que tenían sus orígenes en esas tierras.
En Memphis, Alejandro recibió la noticia que los habitantes de Samaria se habían alzado. Entonces entendió que tenía que volver a Asia. Salió de Egipto en la primavera de 331 a.C
El viaje hacia Siwa
Este texto esta basado casi en su totalidad en el libro de Alejandro Magno de A.B.Bosworth.
La historia de que Cambises perdío un ejército de camino a Siwa pudo haber inspirado a Alejandro el deseo de emularlo, del mismo modo que las historias similares sobre Ciro y Semiramis lo atraerían más tarde al desierto de Gadrosia.Con toda probabilidad se conocian sus deseos antes de entrar a Egipto y estos inspiraron una serie de oráculos rivales de Asia Menor, los cuales confirmaron su filiación divina.
Antes de iniciar su viaje a Siwa probablemente hizo una expedición a Tebas, lo que le habría supuesto un viaje de unos 14 días rio arriba desde Menphis. En el año 654 la princesa Nicrotis tardó 17 días en total en hacer un viaje oficial de Sais a Tebas. En este caso la expedición de Alejandro a Tebas no tuvo que durar más de un mes.
Con una pequeña fuerza de infantería ligera descendió el Nilo navegando hasta la desenvocadura de Canope. Se detuvo para investigar las orillas del lago Mareotis, en donde existía un istmo en tre el lago y el mar que albergaba el puerto de Racotis. Tomó la decisión de crear una nueva ciudad pero la inauguración y el trazado lo pospuso para el regreso de Siwa.
Alejandro avanzó a continuación hacia el oeste hasta la ciudad de paretonio (Mersah Matruh), a unos 290 km de la futura fundación.Ahí el camino seguía hacia el oeste hasta el pueblo de Apis, antes de girar hacia el desierto situado al sur,por el que discurre unos 260 km hasta el oasis de Siwa, al que según Estrabon se puede llegar en 5 días. Alejandro se detuvo brevemente para recibir una embajada de Cirene que le ofreció ricos regalos, entre los cuales se encontraban caballos y carros de combate y lo invitaron a visitar el territorio. Alejandro no tenía tiempo, debía visitar a Amón pero firmo un tratado de paz y una alianza.
Calístenes describió el viaje con detalle ofreciendo una visión muy romántica de lo sucedido: la lluvia alejaba la amenaza de la sed, el viento borrada el trazado de la pista del desierto,una pareja de cuervos guiaba a la expedición a través del desierto volando delante y acelerando la marcha cuando los seguían, y parándose y aguardando cuando se retrasaban.
Aunque pueda parecer algo exagerado todo son fenómenos naturales que se pueden dar en el desierto líbico.
Calístenes también hace referencia a la intervención divina en este viaje.Testigos presenciales como Ptolomeo transformaron los cuervos en un par de serpientes enviadas por los dioses que hablaban y que les indicaron el camino.
Al final del viaje, las aves guiaron al grupo exhausto hasta los manantiales donde pudieron calmar su sed. El manantial más cercano al oráculo es el conocido como la fuente de cleopatra.
LA CONSULTA AL ORÁCULO DE SIWA
Este texto esta basado casi en su totalidad en el libro de Alejandro Magno de A.B.Bosworth.
El santuario de Amón tenía una importancia crucial para Alejandro ya que consideraba que el Dios libio Amón era una manifestación local de Zeus.
El dios y su culto eran familiares en el mundo griego, el santuario de Siwa había sido un centro de peregrinación desde el siglo V a. de J.C.
Alejandro debió de conocer el culto desde su infancia y ya estaba dispuesto a considerarse el hijo de Zeus. Se sintió atraido por la reputación de un oráculo con el que estaba asociado de un modo tan estrecho por su nacimiento y sus antepasados Argéadas, Heracles y Perseo, habían visitado el santuario.
Una vez en Siwa, Alejandro consultó el oráculo en el santuario central de Agurmi. Como sucesor de los faraones, fue admitido directamente en el interior del santuario, donde consultó al dios en privado.El modo de preguntar era curioso: se seguía un procedimiento que, según los datos que tenemos, se utilizaba en los oráculos egipcios desde el segundo milenio antes de J.C. y aparece documentado de modo completo en un papiro del reinado de Psamético I (651 a. de J.C.). La imagen de culto no era la del familiar Amón con sus característicos cuernos de carnero, sinó una piedra con la arcáica forma onfálica y con esmeraldas engarzadas, llevada en una litera dorada en forma de barco.
Esta piedra sagrada me recuerda mucho a la piedra sagrada que simboliza el dios del pueblo Dogón que habita en la falla de Bandiagara en Mali. Ya se que me salgo un poco del tema pero no puedo evitar mencionarlo. El pueblo Dogón no es originario de Mali, en verdad nadie sabe con certeza de donde llegaron esta gente que se establecieron en territorio de los Tellem (pigmeos) hasta que acabaron por echarlos...
Los Dogon tienen un origen incierto, su culto más famoso y antiguo que se celebra en la fiesta del Kanaga es el culto a la estrella Sirio (cada 60 años) con unos conocimientos astronómicos únicos y similares a los que tenían los antiguos egipcios. La piedra simboliza a su dios que se llama Aman, igual que el dios libio.
La cargaban entre 80 sacerdotes (según Diodoro, aunque el número puede estar exagerado), cuyos movimientos, así como el balanceo de la litera, se interpretaban como la respuesta del dios. En el Egipto Saita el simbolismo era relativamente simple. Si la litera avamzaba, significaba aprobación; si retrocedía, lo contrario. Sin embargo en Siwa aparecen toda una sería de movimientos que se tenían que interpretar, y Alejandro estaba alejado de la imagen de culto, en la cámara interior del templo, que medía solo 10 pies por 18.Probablemente las preguntas se formulaban en pribado al sacerdote que oficiaba la ceremonia, el cual observaba los movimientos de la imagen de culto y regresaba al santuario interior para emitir su interpretación. Los detalles debieron de permanecer oscuros (Estrabón ofrece otra interpretación del ritual adivinatorio, mediante movimientos con la cabeza y símbolos).
Lo que sí es cierto es que Alejandro consultó al oráculo en el templo, separado de sus hombres, los cuales plantearon sus propias preguntas en el exterior del recinto sagrado. Sin embargo lo que preguntó Alejandro se mantuvo en privado. La tradición posterior, iniciada tal vez con Clitarco, desarrollo una serie de preguntas relacionadas con el dominio del mundo y el castigo de los asesinos de Filipo.
Ptolomeo y Aristóbulo se limitaron a afimar que quedó satisfecho con las respuestas que recibió. Lo único que sabemos con cierta seguridad es que más tarde Alejandro afirmó que Amón le había autorizado a ofrecer sacrificios a determinados dioses pero no sabemos si esta autorización se la dió en Siwa o en un sueño o fue posterior.
Podemos afirmar con certeza una cosa: el sacerdote se dirigió a Alejandro en público como hijo del dios.Podría haberse tratado de la interpretación griega dado al título del faraón (como rey de Egipto, Alejandro era, por definición, hijo de Amón, la manifestación egipcia del dios de Siwa) pero es más probable que lo reconocieran como el verdadero hijo de Amón y del griego Zeus. En cualquier caso, así era como se representaba a sí mismo oficialmente.
Tras permanecer brevemente en el oasis, donde vió la célebre "fuente del sol" (Ain el Hamman), Alejandro se dirigió de vuelta a Menfis, y por el camino fundó oficialmente la ciudad de Alejandría un 7 de abril del 331 antes de J.C.
Alejandro volvió a pasar por Canope en la desembocadura del Nilo y supervisó personalmente la demarcación de la zona central de la futura ciudad. Cuando llegó a Menfis celebró su llegada con un sacrificio a Zeus Amón, la deidad cuya manifestación libia había consultado en Siwa y cuyo hijo ahora pretendía ser.
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